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Indignarse como Valle-Inclán

Ayer probablemente te llegó un email que no debería porque ya lo recibiste al suscribirte a esto.

Ha pasado que estoy probando otra plataforma de email marketing y lo ha enviado al importar la lista, así que mis disculpas.

No acabo de encontrar la plataforma que me convenza.

Todas me disgustan por alguna razón, así que espero que esta sea la definitiva.

La definitiva, como le dicen por ahí a las parejas.

Nunca me ha sonado bien eso de definitiva, la última…

Es como el golpe final.

Así que, más que definitiva, que me quede en ella por largo tiempo sin tener problemas.

Reconozco que soy bastante inconformista.

Un puntito de esto viene bien para no quedarse parado sin aspirar a mucho más que seguir respirando.

Pero como todo, llevado al extremo, no es bueno.

Valle-Inclán era un tipo que lo de conformarse lo llevaba mal, mal.

En una ocasión había ido a ver la obra El hijo del diablo de José Echagaray. Persona que mucho no le gustaba.

Cuando el público comenzó a aplaudir, a Valle-Inclán se le retorcieron las tripas y empezó a gritar «¡Muy mal, muy mal!».

Debió liarla bastante porque un policía vino a sacarlo del teatro para llevárselo arrestado, cuando le dijo: «¡Arreste a los que aplauden!».

No sé si la obra era buena o mala.

Pero semejante reacción es para sentirse muy orgulloso de una creación.

Porque lo peor que te puede pasar es que a la gente le dé igual lo que haces.

Que les guste está bien.

Pero que les ofenda de esa manera es sinónimo de que por otro lado estás causando una reacción opuesta igual de intensa.

La indiferencia es el peor enemigo.

Y para no dejar indiferente a los que pasan por tu web, mañana te cuento cómo hacer una de las páginas más importantes.

Pero hacerla para que la gente piense que te conoce de siempre y esté dispuesta a sacar la tarjeta.

Si te interesa, tu puedes sacar tu tarjeta aquí debajo:

Membresía

Lorena S.

PD: Fecha límite para apuntarte y recibir la formación: esta noche. Mañana por la mañana sale directa a tu email y ya será tarde para anotarte.