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Lección de negocios de los Peaky Blinders

Me gusta mucho la serie Peaky Blinders.

Si no la has visto te la recomiendo. 

Me gusta tanto que estoy planteándome volver a verla por tercera vez, porque siempre se te escapan cosas.

Por ejemplo, un detalle que me pareció brutal ya en el primer capítulo. 

Si no la conoces te pongo en situación: 

La familia Shelby maneja una banda callejera (los Peaky Blinders) en Birmingham en la época de la posguerra. 

Ellos intentan subir de status social, pero no lo tienen fácil. 

En el primer capítulo, el prota, Tommy, que es un tío que piensa mucho y piensa muy bien, lleva un caballo de carreras al barrio chino.

Allí una especie de hechicera hace un ritual para que el caballo gane la próxima carrera.

En medio de la calle, donde dan todas las ventanas de los edificios, que lo vean todos bien. 

De camino a casa confiesa que él no cree en esas cosas, pero que los vecinos sí. Y que no se privarán de correr la voz de lo que ha pasado. 

Así que los supersticiosos ¿qué crees que hicieron? 

Exacto, apostar a lo loco por el caballo.

Y eso supone dinerillo en el bolsillo de Tommy. 

Con esto no te digo que apuestes a los caballos ni hagas conjuros. Pero piensa un poco en la estrategia de Thomas Shelby.

Boca-oreja. 

Estrategias hay muchas y cualquier negocio necesita una.

Una como mínimo.

Sobre estrategias para negocios (legales) y cómo implementarlas para lograr objetivos, hablo aquí: 


Estrategia para negocios con valores

Lorena S.

PD: Haz clic arriba por orden de los Peaky Blinders.