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Acelerar el pulso para vender

Hace poco me descubrí un súper poder. 

Aún me parece bastante subrealista y estás en tu derecho de no creerte una palabra. 

Verás.

Empecé a hacer meditación de forma regular. 

Había probado antes, pero me fallaba la constancia. Y puede que la motivación. 

Realmente pensaba que no era capaz de ser constante, hasta que la gente que me conoce un poco me dijo que estaba muy engañada, que era la hos tia de constante. 

Cuando me paré a pensar me dí cuenta de que igual tenían razón, sino ¿cómo iba a escribir estos emails todos los días? Todos los días sin excepción.

Así que cuando empecé a aplicar mi recién estrenada conciencia de la constancia a lo del tema de meditar, ocurrió que empecé a hacerlo todos los días. 

Mi súper poder no es la constancia, tranqui. Ni tampoco te voy a hablar de creencias limitantes ni esas cosas, que no es mi rollo. 

La cosa es que con el tiempo empecé a ver que dormía mejor, me concentraba mejor y notaba muchas sensaciones en mi cuerpo que antes me pasaban desapercibidas. 

Una de esas sensaciones me flipó.

De repente podía notar como el corazón me latía.

No como cuando corres y se te acelera el pulso, no. Estando quieta y tranquila, con el pulso bajo mínimos. 

Ahí estaba, una cosa dándome golpes en el pecho. 

«¿Qué locura es esta?» 

Fui rápido a tomarme el pulso a la muñeca para comprobar que no me estaba flipando. 

Y no me estaba flipando. 

Me notada el latido del corazón. Vaya paranoia. 

Y me emparanoié.

Tanto que me empezaron a subir las pulsaciones a lo loco. 

Una cosa muy rara. 

Los días siguientes les estuve preguntando a la gente si les había pasado. Para ver si era normal o era un súper poder. 

Igual se podrían hacer cómics sobre mí. 

No he dicho cómics buenos…

Hasta ahora todos me han dicho que en la vida se habían notado los latidos en estado relajado. 

Sigo con mi investigación, porque cuando se te suben las pulsaciones haces cosas. 

En estado relajado no tanto, pero cuando el corazón se desboca, la sangre fluye rápido y te preparas para actuar. 

Por eso que para venderle a alguien está estupendo lo de acelerarle el pulso.

Pero, ¿puede una marca acelerar el pulso?

Puede y debe.

El martes en la membresía te cuento cómo lo hace una marca sostenible muy conocida. Cómo han pasado de nada a vender en todo el mundo removiendo conciencias y acelerando pulsos. 

Te lo cuento porque igual te interesa aplicarlo a tu caso. Si es así, te puedes apuntar aquí de bajo. Si no te interesa, pues nada, a otra cosa mariposa. 

Membresía

Lorena S. 

PD: ¡Oye! Que si te has notado el latido del corazón en el pecho me gustaría saberlo para dejar de flipar y tal, así que me puedes responder a este email si te apetece sacarme de dudas.