fbpx

Arrasar en Instagram como los feos

En la adolescencia tenía un amigo que era con crack con las chicas. 

No te imagines a un chaval guapo con grandes cualidades. 

Eras más bien al contrario. 

Le sacaba solo unos centímetros a un hobbit de la Tierra Media. Era bastante regordete, con una cara normalita pero ancha por los quilos de más, poco pelo y todo peinado de punta rollo Espinete. 

Para colofón llevaba aparatos. 

Ningún Dandy, vaya. 

Y pensarás, bueno, tendría mucha labia, era simpático, era listo… 

Que va. 

A las chavalitas no les impresionaban mucho esas cosas. 

Pero había algo… 

No hablaba demasiado y lo hacía de una forma bastante ambigua, nunca sabías si te estaba vacilando o iba en serio. 

Eso causaba inseguridad al resto y a él le daba un aire de superioridad. 

Pero creo que la clave estaba en que te miraba fijamente como si no existiese más universo que tú en el momento en el que hablabas. 

Con una sonrisa de medio lado que te decía «estoy teniendo un pensamiento profundo sobre ti y nunca lo sabrás».

No te creas que era algo meditado, le salía natural.

Y le funcionaba con muchas chicas guapas. 

Solo porque hacía algo radicalmente diferente a los demás. 

Mientras el resto escondía la mirada tímidamente, él te clavaba los ojos.

Y ahora he visto esto aplicado a Instagram. Lo de hacer las cosas diferentes, no lo de clavar ojos. 

Mientras todos se esfuerzan en aparentar la perfección, salen a la luz los influencers nada atractivos, las cuentas con fotos tan feas que son hasta ofensivas y las marcas que le han contratado el diseño a su cuñado. 

Y les va bien. 

Porque son diferentes. 

Pero también por algo que te cuento en la micro-formación del próximo martes. Si te interesa, es aquí abajo:

 
www.lamejormembresia.com

Lorena S.


 PD: Nada, que es arriba.