Hay una cosa en la que estamos todos de acuerdo.
Este año se ha pasado de frenada y la mayoría está deseando que se acabe.
2020 es como ver todas las malas películas juntas.
Es ese oasis que se veía en medio del desierto. Mucha esperanza con él, pero al llegar, es agua salada, y te hundes en la miseria.
El sentimiento general es el de ir tachando líneas en la pared como un preso.
De hecho, muchas marcas se han dado cuenta de esto y lo han aprovechado, como no podía ser de otra manera. Unos están vendiendo agendas de 2021 desde julio, otros ya han lanzado la campaña de Navidad…
Nada que objetar.
Pero una cosa es lo que queremos y otra es la realidad, que suele ser un poco más fea. Aunque mucho más graciosa, aun cuando solo se ríe ella.
Estas marcas que te decía que están jugando a adelantar el tiempo saben muy bien lo que hacen.
Es normal, tienen a muchas cabezas pensando para ellas.
Pero tú tienes la tuya.
No tienes un equipo detrás que te cuente de como respira la gente, otro que te hable de las últimas tendencias y un tercero que además tenga controladas las estrategias que mejor están funcionando para atacar rápido.
Del sentimiento social y de las tendencias yo no te voy a hablar. De eso sé lo justo, como del funcionamiento de los microchips.
Pero de estrategias para actuar rápido y que funcionan, de eso sí te puedo hablar.
Y lo haré en la formación del martes, para que septiembre no te pille en pañales. Porque antes de que pestañees estará ahí.
Para recibirla, es aquí:
Membresía para negocios con valores
Lorena S.
PD: Incluyo el repaso a una estrategia que funcionaba muy bien hasta hace poco, pero que han quemado hace unos meses, para que la evites a toda costa.