En mi instituto pasó una cosa curiosa.
Cuando iba en tercero de la ESO unas chicas de segundo se hicieron muy amigas.
¡Vaya cosa! Dirás tú…
Cuando te digo muy amigas, es mucho.
Demasiado.
No se separaban nunca, ni en clase, ni en el patio, ni fuera del instituto. Cuando se iban a casa seguían hablando por el móvil. Y vamos, todo el día pegadas como lapas.
Un día vinieron a clase vestidas igual.
Casi era normal, porque compraban la ropa juntas.
No le dimos importancia, pero al día siguiente volvieron a venir vestidas igual.
Y al otro.
Y al otro.
Se convirtió en costumbre. Acordaban que ropa se compraban y qué se iban a poner al día siguiente.
De repente en el patio se hablaba del tema. Empezamos a bromear y nos referíamos a ellas como las gemelas.
Realmente creo que eso es lo que querían, ser gemelas, pero no lo consiguieron.
Lo que si consiguieron fue llamar mucho la atención. Todos las conocíamos.
Las conocíamos por hacer algo diferente. Aunque fuese copiarse la ropa a diario. Pero los demás éramos unos pobres prigaos’ que vestíamos como unillizos.
Destacar no siempre es fácil. Y destacar por algo bueno, menos aún.
Pero hay una forma muy sutil de destacar, sin tener que comprarte la ropa a juego con alguien, que le puede venir muy bien a tu negocio.
Se trata de una forma de publicidad no invasiva y lo mejor es que para hacer estas campañas no hace falta que empeñes los muebles del salón.
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Membresía para negocios con valores
Lorena S.
PD: No voy a hablarte de Facebook Ads, tranqui.