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Lo que casi nadie puede ver

A veces tengo conversaciones muy extrañas con la gente.

Una vez un amigo me preguntó que si pudiese elegir un super poder, cuál sería. 

Por alguna razón, aquella pregunta me pareció muy relevante, porque decía más de mi personalidad que cualquier análisis pseudo psicológico o un test de una revista de esas para adolescentes.

Así que me pensé más la respuesta que cuando en la Super Pop me preguntaban cuál era mi Back Street Boy favorito.

Y eso es pensar mucho. 

Tras una dura lucha entre el teletransporte y la invisibilidad, ganó lo de ser invisible. 

¿Cómo iba a ser de otra manera? Si las cosas más importantes no se ven.

Eso lo aprendí en una clase de educación física, cuando no me llegaba el aire para respirar. Pero eso es otra historia. 

En los negocios hay bastantes cosas invisibles que son realmente las importantes. 

Y sí, nos empeñamos en la visibilidad. 

Pero la visibilidad (lo que consideramos importante) se consigue con cosas invisibles. 

En concreto, hay una táctica tan simple y tan obvia que nos pasa desapercibida. Totalmente invisible. 

Lleva siendo efectiva en los negocios desde el primer mercader que habitó la Tierra. Incluso entonces era obvia, simple e invisible. 

¿Exagero? Ni un poquito siquiera. 

La he visto en cada negocio que ha logrado ser rentable.

Si quieres empezar a aplicarla en el tuyo, el martes, aquí: 

Membresía para negocios con valores

Lorena S. 

PD: La explicación de la técnica super definitiva de la rentabilidad y más antigua que una secuoya viene acompañada de un paso a paso de cómo aplicarla sin complicaciones. El martes. En la membresía.