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Caminar despacio, pensar deprisa

La prisa no es buena. 

Ya lo decía mi abuela: Vísteme despacio que tengo prisa. 

En cambio vamos por la vida como si se nos escapase el mundo.

Todo rápido.

Y la prisa es mala para cualquier cosa, pero en concreto para todo lo que tenga que ver con el dinero es terrible. 

Compras impulsivas, tiendas que abren y cierran en dos días, inversiones a corto plazo que se llevan el capital de años, cursos de «hazte millonario antes de que acabes de echarte la siesta»…

Tengo un amigo al que la prisa le ha hecho perder mucho tiempo. 

Es la persona que más negocios ha montado de las que conozco. Casi todos tenían en común algo: la prisa. 

Surgía una idea, montaba una web, la lanzaba. Uno o dos meses después al no ver los resultados que esperaba se iba a otra cosa. 

Ha ido de una idea a otra a la velocidad de un caza. 

Y al final esto ha hecho que vaya más lento. Y que le coma la insatisfacción.

Menuda paradoja, ¿no?

Pero el tema de la prisa funciona así. A más velocidad, más errores, más lentitud.

Será por eso que cuando quiero pensar rápido suelo caminar muy despacio. No sé si a ti te pasa. 

Pensar rápido, caminar despacio.

Con esto no quiero decir que haya quedarse analizando una idea años y morir antes de ponerla en marcha. 

Si no que las cosas necesitan su tiempo para crecer y dar sus furtos.  

Y no por meterle más prisa va a funcionar antes. 

Piensa en una lechuga. La siembras, la riegas, le aportas nutrientes y dejas que el sol haga su trabajo. 

Si tienes prisa igual te pasas con el agua, con el nitrógeno y con el potasio. Por suerte no puedes manejar el sol. Pero habrás matado a la lechuga antes siquiera de que asome de la tierra. 

La prisa mata. 

¿Por qué te cuento esto? Por dos razones.

Porque me parece que tenemos que aprender a frenar cuando hace falta o moriremos antes de tiempo.

Y porque pensando en la prisa que llevamos, surgió la membresía que he creado. 

No tenemos tiempo para hacer formaciones larguísimas donde la mitad es relleno.

Entonces surgen las membresías de vídeos cortos con montones de contenido. Y pasa que no sabemos por dónde empezar, así que no empezamos o vamos picando de una cosa a otra sin implementar nada. Como un buffet libre, donde nos ponemos gordos de información, pero no hacemos nada con ella.

¡Es normal! Dale a un niño 10 sacos de juguetes y se volverá loco. La mayoría ni los mirará. 

Para formarse con calma, pero sin perder el tiempo e implementar lo aprendido está pensada esta membresía. 

10-15 minutos a la semana para aprender y pensar. El resto de la semana para implementar sin prisa estrategias y tácticas para hacer rentable tu negocio con valores. 

Si te interesa, mira aquí: 

Membresía para caminar despacio y pensar deprisa

Lorena

PD: Para nadar en billetes de 500 en una piscina en Balí dentro de 10 minutos no es. Para aprender, implementar y rentabilizar, sí. Arriba.