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La confianza da asco (a veces)

Creo que todo el mundo tiene esa clase de amigos con los que la confianza ha llegado a otro nivel. 

Sobrepasa ciertos limites.

Limites que separan lo que está bien de lo desagradable.

Es cuando decimos esa famosa frase de «la confianza da asco».

Pero la confianza antes de dar asco está muy bien.

Cuando empecé a vender servicios de consultoría hacía siempre unas preguntas básicas, me contratasen o no. 

Una de las preguntas es por qué razón me compró o no me compró esa persona. 

Si no haces esta pregunta a tus clientes, estás tardando. 

La cosa es que las respuestas siempre coincidían: trasmites mucha confianza. 

Yo me partía de risa por dentro, porque desde luego yo no confiaba una mierda en mí. Acababa de empezar y no tenía ni idea de lo que hacía (o quizás sí y no lo sabía). 

Pero la gente confiaba en mí. 

Y confiaba en mí como para dejarme las llaves de su casa, porque me daban acceso a su negocio por dentro.

Me parecía la leche.

¿Por qué confiaban en mí? Eso ya te lo cuento otro día.

Pero de este email quiero que te quedes con dos cosas. 

Una, que preguntes porque te compran. 

Otra, aprende a trasmitir confianza.

Para generar esa confianza en tus clientes va muy bien la sexta estrategia de la que hablo mañana en la membresía:


Membresía sobre estrategias para negocios con valores.

Lorena S.