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Ser ético es terriblemente egoísta

La ética es egoísmo.

Que nadie lo disfrace de otra cosa. 

Verás.

Se suele creer lo contrario. Pero se confunden las cosas. 

Si yo apuesto por hacer lo que considero correcto (que no tiene porque ser lo correcto) es realmente porque tengo intenciones totalmente egoístas. 

Ya sea sentirme bien. 

Obtener algún tipo de reconocimiento.

O esperar que se porten de la misma forma conmigo. 

O convertir el mundo en un lugar en el que me guste más vivir. 

Si te fijas todas esas razones tienen algo en común: yo. 

Y eso es egoísmo. 

Pero la cosa es que el egoísmo no está mal. Es necesario. 

Sin meterme a debates filosóficos, déjame decirte que tener una marca ética o un negocio es igual de egoísta. Pues nos mueven las mismas motivaciones. 

Pero además añade que la gente entenderá que comprarte a ti es mejor que hacerlo a otro negocio que no es ético. Piensan que es mejor por las mismas razones egoístas. 

¿Y eso está bien? 

Pues allá cada uno. 

Para mí lo está. 

¿La lección de esta ida de olla? 

Pues que los negocios basados en la ética tienen una ventaja importante frente al resto, pero hay que saber aprovecharla. 

Para los que crean que solo con la ética se llega a cualquier parte, nada que objetar. 

Para los que tengan claro que hace falta algo más, está esto: 

Membresía

Lorena S. 

PD: Es una membresía atípica. Es para pensar diferente. Te cuento detalles arriba.